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LEON FELIX BATISTA
POEMAS
León Félix Batista (Santo Domingo, 1964) vive en Brooklyn, New York, desde 1986. Sus libros son El Oscuro Semejante (Santo Domingo, Egro, 1989), Negro Eterno (Santo Domingo, Taller, 1997), Vicio (Santo Domingo, Taller, 1999) Crónico, segunda edición de Vicio (Buenos Aires, Tsé-Tsé, 2000), la plaquette Tour por Todo (Barcelona, Las Hojas del Diluvio, 1995), Se borra si es leído, poesía 1989/1999 (que incluye Los rombos de la red, traducciones de poetas angloparlantes, Santo Domingo, Consejo Presidencial de Cultura, 2000) Burdel Nirvana (Santo Domingo, Taller, 2001) y la antología bilingüe Prosa do que Está na Esfera (traducción al portugués de Claudio Daniel y Fabiano Calixto, editorial Olavobrás, Sao Paolo, 2003). Burdel Nirvana obtuvo a la vez el premio de poesía de Casa de Teatro y -con el título de Torsos Tórridos- una Mención Especial en el Premio Internacional de Poesía “Diario de Poesía/Vox 2000”, en Argentina. Aparece en múltiples antologías y revistas en su país y en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, España, México, Puerto Rico, Suecia y Venezuela. Ha sido traducido al inglés, portugués, sueco y francés.
DE EL OSCURO SEMEJANTE (1989)
3
La embestida provendrá de zaguanes de asechanza. Del soberbio horizonte que deslumbra la punzante rectitud conque los miembros adulteran la intemperie de la carne. El Doble Neblinoso proviene del emblema o de su definición: de la curva de los nervios dislocados. Mi paso sobre el polvo constará después del suyo. Y así estaré cifrado por su oscuro acontecer.
DE NEGRO ETERNO (1997)
El sabor de un cigarrillo en la tarde que moría
Allí están: tribulaciones, a las que ya es costumbre anexionar madeja y embozarlas con yertez, informularlas. Toparse en los vestíbulos instiga a los amantes carroñeros que no somos: tacitas para azúcar, socorro con los fardos y el trastrueque inaceptable del correo. Uno cree que se emancipa en su dinámica de ramas e inadvierte los designios: el oráculo es muy terco. Pero el torso está ahí expuesto (burdamente soberano) y escalón por escalón va a fraguarse entre los iris. Friccionan -casi nunca- mi codo y su costado, pero cuando se da el hecho (a la vuelta de faenas) articula algún contacto con su neutra urbanidad, los crímenes de ayer y el tópico del clima, p.e. Aviado de este mapa de la imaginación, recogerme a ver su nuca será mi obrar más tenue. Cuestión de dispersar las nebulosas del pitillo, que son ya su aureola.
Los anhelos que no han sido
y el vestido de percal
He vuelto (es un decir) a Dean Street (fue circunvalación, devenir de paquidermo). La parada de autobús -palizada de meadero- con la misma palomina e infamación, mas ausentes tu percal y el pigmeo de las nieves, activas cosas nulas clamando por mi anuencia. Los vecinos soportales ya no ceden por alisios sino ante oxidación -minúsculas miserias que radican en la tráquea me impiden explicarlo. Para darte dos ejemplos del fluir de tramontana: se divulga apenas marzo pero mutan los abetos, requeríamos ardillas, que los cardos prosperaran, y germinan sobredosis. Vuelvo pues al meridiano en que discurre el cáliz: para poder filiarlo a las mallas dilatadas de la indeterminación.
Mientras fumo mi vida no consumo
Encallado me encuentro como en casa. Flotando en nicotina (mariposa penitente explorando un parapeto, frenesí y fascinación.) Se enzarzan mis falanges asistiendo a la barbilla, casi como si auguraran un desplome. Jamás abordo el suelo (tan fácil de falsear: mis pies vulcanizados). Libérrimos deslaves las piernas, dan zancadas: compuestos gaseosos en combustión muy tenue. Pero yo fumando espero recibir vapor balsámico, materia a transmutar de entre la inconcreción. Una víctima del plomo sin flujo de los días, colocados en cuadrante sus flagelos.
DE VICIO (1999)
paja brava
“...apreciada como pasto, y como combustible...”
Diccionario de la RAE
Cuatro dedos entre montes y pulgar sobre los múltiplos y trámite del zíper. Tiene cáscaras el tronco (barranco sus venillas) exponiéndolo a sabiendas a la masticación. Se manifiesta y no, la intermitencia interna, con exótico danzar de cobra ante el faquir. Por un lado está el deseo, por otro la incidencia de objetos de libídine: patrones de su engorde infinito y proyección. Y finalmente encarna, desplegando sus dobleces: nudos, sebos y follaje desatándose, masivos.
muñecas de boca muelle
Híbridos fecundos, esos, definidos por esponjas y materias informales. También yo los percibo, pero por impostación: registro inusitado de un sólo golpe sólido fundado en su servicio. Hay -siempre- que acoger esa concentración que da su percutir: puntos rojos en las córneas cuando escapan de cubículos y empiezan a fumar. El órgano que es salvas, tabaco a consumir, entre las partituras sibilantes de sus voces. Cada vez que ve malvas aquel descodifica como una lente lee. Una reparación, pero que no es frontal, como corrige el aire con saxofón tenor la hinchada cavidad de cierto negro en Tennessee.
masturbarte con champú
Tu batola es una estela de verde penetrante. De arriba a abajo cardo (obsoleto, hirsuto, inmóvil). Retoños en cualquiera de sus cortas coordenadas que suman anarquía y atributo de sujeto. Inasible, pero oscila entre acres de algodón, como lava de organismos manifiesta al microscopio. Arrebatos que disipa la superficie en pompa: parece que undulara allende los volúmenes. De modo que (en agudos) encaja mi falange, como buril viscoso que te dará taller.
DE TORSOS TORRIDOS (publicado como BURDEL NIRVANA, 2001)
Una llaga lateral
Se avecina infinidad, pasar precipitado debido a la dinámica del fémur. Un sólido distiende aberturas en escuadra, refugiándose -furtivo- tras compuertas. Conquistar autonomía de la inanimidad: rejuego de una pierna bajo la falda-tubo con un recorte al bies. Erectísimo talante radicándose en mi frente con mil exposiciones efectivas. Expondrá su evolución (por lo menos a mi escala) y su mejor progenie: un largo acoplamiento (el contorno del motivo) y trigo al ladear.
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